sábado, 22 de noviembre de 2008
Momentos de tristeza fueron seguidos por la rabia, el odio. Un largo listado de sentimientos recorrieron su cuerpo. Se levantó, cogió esa katana que, sin filo, parecía inofensiva, mas no lo era, ya que tenía la punta afilada. Entonces venciendo a su miedo a las alturas se sentó en la barandilla de la terraza, pensando en todo y en nada, sintiendo el aire congelando sus pulmones y el calor de la ira contrarrestando el efecto. Reflexionó durante horas, cada vez hacía más frío, contemplaba con la mirada perdida el filo brillante y desconcertante del regalo. Intentando verse reflejado, se acordó que la muerte se confiaba tanto que nos dejaba una vida entera para alcanzarnos. ¿Por qué darle ese placer de acabar antes el trabajo?
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5 comentarios:
hay regalos que tienen condiciones detras...
dais asco xDDDD
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